jueves, 23 de octubre de 2008

La crisis en las economías domésticas

Después de tanta información en los últimos tiempos sobre la crisis financiera, esta mañana he tenido un contacto con la crisis real:

Luis es un ecuatoriano al que conozco desde hace cuatro años, él vino a España hace aproximadamente 7 u 8 años, primero como es habitual vino él sólo y desde hace unos cinco años vino su familia (esposa y dos hijos), Luis trabajaba en el sector de la construcción y cuando su familia llegó a nuestro país, optó por comprar una vivienda, dónde vivir todos juntos y para ello adquirió una vivienda humilde pero confortable.

A principios de este año, cuando la burbuja inmobiliaria ya había estallado, perdió su trabajo, desde entonces ha estado buscando trabajo, primero en su sector y después en lo que saliera, sé y me consta que se ha esforzado mucho en encontrar trabajo, el subsidio del paro se terminó en Agosto, y ahora subsisten con los trabajos esporádicos en la naranja y los pequeños ingresos de su mujer como empleada de hogar, la hipoteca es de 700 euros y además debe de hacer frente a los gastos normales de luz, agua, alimentación, colegio, etc...

No he podido abstraerme de su problema y desde esta mañana no dejo de pensar en él y he remitido varias demandas de trabajo por internet, ahora bien con pocas esperanzas.

Luis no quiere caridad sólo encontrar un trabajo con el que pueda llevar adelante a su familia, y allí es dónde deben de entrar los responsables económicos y políticos, que han invertido o van a invertir ingentes cantidades de dinero en el Sector Financiero, pero que no deben de dejar de lado al sector productivo y de servicios para que dramas como el de Luis se solucionen y que no se vuelvan a producir.

He pensado en contaros esta pequeña historia porque como decía Rochefoucauld “Es más fácil conocer al hombre en general que a un hombre en particular”,




1 comentario:

Vicente Bou dijo...

Parece que la crisis financiera se está saneando (bajan tipos, fluye el crédito y bajan hipotecas), pero detrás viene el ogro de la crisis productiva. El casi tradicional peso en nuestro PIB del sector contrucción nos hace depender "muy mucho" de su evolución. Su declive es nuestro declive: desempleo, menos consumo, más desempleo,... la rueda se relentiza... malas noticias para los muchos Luis que tanto nos han ayudado a crecer. Y además de la crisis productiva, está la energética (demanda y precios crecientes, contaminación, recurso limitado). Tiempos difíciles, pero no imposibles.